Desde que somos niños escuchamos que nuestras abuelas les decían a
nuestros padres, “no te enojes, no te preocupes tanto… eso te va a hacer
daño”. Cuando fuimos creciendo llegamos a pensar que esas palabras eran
un mito o una creencia de personas desinformadas. Sin embargo,
actualmente tenemos información científica que apoyan estos sabios
comentarios.
El Psicólogo Robert Ader realizó un estudio en la
Facultad de Medicina y Odontología de Rochester en donde descubrió que
el Sistema Nervioso es importantísimo para el Sistema Inmunológico (o de
defensa del cuerpo), y que ambos se relacionan profundamente haciendo
que la mente, las emociones y el cuerpo, estén íntimamente comunicados.
También se descubrió que las emociones negativas como la ira, la
depresión, la ansiedad y el estrés tienen importancia médica, ya que
mientras se padecen, se liberan una hormonas y otras sustancias llamadas
catecolaminas (epinefrina, norepinefrina, también llamadas adrenalina y
noradrenalina) cortisol, prolactina, beta endorfinas y encefalina, y
que entre más tiempo se secretan éstas en el organismo, más se deteriora
la función del aparato inmunológico y entonces el organismo es más
susceptible de enfermarse. Aunque se ha insistido en que estos temas
deben seguir siendo estudiados.
En otro estudio se descubrió que
estar expuesto a la ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y
pesimismo, tensión continua, hostilidad, cinismo o desconfianza
incesante, trae doble riesgo de contraer enfermedades como: Asma,
artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas, y problemas cardíacos y
por eso estas emociones negativas, son una importante amenaza para la
salud.
En otro estudio realizado en la Facultad de Medicina de Stamford, se
descubrió que la ira parece ser la emoción que más afecta al corazón, ya
que disminuye la eficacia de bombeo de éste. Por supuesto que no es
sólo el factor de la ira el que puede provocar un infarto, sólo que es
uno de los factores que definitivamente, lo predisponen.
Sin
embargo, también se descubrió que es la hostilidad la emoción que más
pone en situación de riesgo a la gente: esto incluye ser tratado con
desconfianza, con cinismo, comentarios despectivos y con ataques de ira.
La
ansiedad es la perturbación emocional provocada por las presiones
diarias de la vida y que se puede traducir en la preocupación por las
cosas que nos podrían pasar y que hasta ese momento no son reales. Por
su puesto esto produce estrés, con todas sus consecuencias.
Incluso
en un estudio publicado en Archives of Internal Medicine, realizado por
el Psicólogo McEwen, de la universidad de Yale, señaló que una anomalía
o deficiencia de la función inmunológica (o del aparato defensa del
organismo) puede acelerar la metástasis del cáncer y aumentar la
vulnerabilidad a las infecciones virales, acelerar la arterioesclerosis
(enfermedad de las venas y las arterias del cuerpo que trae como
consecuencia muchas enfermedades) y la coagulación sanguínea que provoca
el infarto del miocardio, también acelera el inicio de la Diabetes
mellitus tipo 1 y 2 y el agravamiento de los ataques de asma. Se
descubrió que el estrés puede provocar úlcera gastrointestinal y colitis
ulcerosa.
Por último, un estudio realizado por el psicólogo
Sheldon Cohen, de la Universidad de Carnegie-Mellon University, en una
Universidad en Shelffield Inglaterra, descubrió que la hostilidad
crónica y los episodios repetidos de ira parecen poner a los hombres en
riesgo de enfermedad cardíaca; y que las enfermedades mortales para las
mujeres pueden ser la ansiedad y el temor. Además que cuando se padece
por mucho tiempo el estrés, también puede ocasionar pérdida de memoria.
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