Inma Lorente. Evolución hacia la felicidad

Inma Lorente. Evolución hacia la felicidad

miércoles, 25 de septiembre de 2013

PLOMO EN LOS NIÑOS

El plomo está por todas partes. En los alimentos, en los medicamentos o en el agua corriente. Desde la retirada del mercado de los combustibles y otros productos con plomo, su presencia en el medio ambiente se limitaba a unos niveles tan bajos que apenas representaban un peligro para la salud. Sin embargo en los últimos meses se han encendido las alarmas sanitarias por la multiplicación de los casos de saturnismo (envenenamiento producido por ese metal pesado, lo que también se conoce como plumbosis).

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU ha emitido un informe en el que advierte que unos 500.000 niños norteamericanos, con edades comprendidas entre uno y cinco años, tienen unos niveles de plomo en sangre que superan la barrera de la toxicidad. Una exposición que puede afectar gravemente al sistema inmunológico, causar retrasos en el desarrollo físico e intelectual y hasta provocar paros cardiorespiratorios. Estas altas tasas de plumbosis no se habían dado desde que comenzó a limitar el uso del plomo a principios de los 70.

Las investigaciones llevadas a cabo ante la propagación de estas enfermedades relacionadas con la presencia de plomo en nuestro organismo han puesto el foco en las papillas infantiles, los zumos, los fármacos y el arroz. Según un estudio publicado en la revista Consumer Reports, alrededor del 25% de los zumos, papillas y botellas de agua mineral contienen una cantidad de plomo y otros metales pesados por encima de los límites legales, establecidos por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). El autor principal del estudio, Michael Hansen, recomendó que se eliminen estos productos en las dietas de niños con menos de seis meses, pues “son particularmente vulnerables, debido al menor tamaño de su cuerpo”.

Demanda civil contra las multinacionales agroalimentarias

La publicación de estos resultados ha llevado a la Fundación de Derecho Ambiental a presentar una demanda civil contra las grandes productoras de alimentos para bebés, como Gerber Products Co., Del Monte Foods y Beech-Nut Nutrition Corp. El primer objetivo de los demandantes es que, al menos, se obligue a las multinacionales agroalimentarias a señalar en las etiquetas de los alimentos la cantidad de plomo que contienen.Los niños son especialmente vulnerables, pudiendo sufrir retrasos en el desarrollo físico e intelectual

Otro de los productos alimenticios bajo sospecha es el arroz. Según un reciente estudio de la Universidad de Nueva Jersey sacado a la luz por la BBC, los niveles de plomo en el arroz importado de China y Taiwán superaban entre 10 y 12 veces la cantidad máxima tolerable para la salud, según los índices de la FDA. De acuerdo con las conclusiones del estudio, estos altos niveles se deben a que “algunos países utilizan aguas residuales sin tratamiento para regar los campos de arroz”. Un potencial peligro para la salud por el que los investigadores han advertido sobre la necesidad de “establecer regulaciones internacionales sobre el agua de riego y los productos agroquímicos”.




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