MOSQUITOS
La llegada del verano anuncia el retorno de esos molestos
insectos que, con nocturnidad y alevosía, se dedican a succionarnos la sangre.
Las desagradables picaduras de los mosquitos se pueden repeler con insecticidas,
aerosoles que por lo general son muy contaminantes, o con difusores
eléctricos con componentes químicos a los que en ocasiones somos alérgicos.
Para evitar recurrir a estos productos existen una serie de remedios naturales
con una gran eficacia para mantener alejados a los mosquitos.
Aceite de
eucalipto
Con echar en el difusor o en un simple vaso unas quince gotas
de aceite esencial de eucalipto, preferentemente alimonado, las picaduras de
mosquito dejarán de ser un problema. Sus propiedades repelentes y
antiinflamatorias han sido recogidas en el libro Adoptez la slow cosmétique del biólogo
Julien Kaibeck. El aceite de
eucalipto también es un buen compañero de viaje, sobre todo cuando se hacen
actividades de montaña, porque si se mezcla con el champú o la crema hidratante
mantendrá alejados a los mosquitos de nuestro cuerpo.
Para conseguir este aceite se pueden cocer unas cuantas hojas
de eucalipto y poner el líquido que se obtenga
en recipientes pequeños. El limón por sí mismo también tiene propiedades
repelentes, untarse con una bolsita de té los ahuyentará. Lo mismo ocurre con el
vinagre, que se puede colocar dentro de un vaso en la ventana de la habitación
Incienso y
velas
Algunos tipos de incienso como los elaborados a base de
plantas o de aceites esenciales, como los de almarosa, citronella, o limón,
actúan como inhibidores de los mosquitos. Este remedio se recomienda
especialmente en el exterior, cuando se quiere disfrutar de una cena o comida al
aire libre sin ser objeto de indeseables picaduras. Son muchas las empresas que
comercializan estos productos, por lo general a bajo precio y exentos de
sustancias tóxicas. Para que este remedio sea eficaz hay que evitar las prendas
de ropa con colores brillantes o fluorescentes, que atraen a los mosquitos. Las
velas con olor a lavanda o a limón son igualmente eficaces.
Botella atrapa
mosquitos
Antes de la aparición de los productos químicos había muchos
remedios caseros que utilizaban en el pasado. Uno de los más eficaces consiste
en mezclar unos 20 centilitros de agua, 50 gramos de azúcar y uno de levadura.
En primer lugar se debe calentar agua con azúcar y luego dejar que se enfríe en
una botella de plástico cortada a la mitad. Una vez fría se espolvorea la
levadura, sin mezclar, y se introduce el cuello de la botella dado la vuelta en
forma de embudo. Pronto comenzará a generarse dióxido de carbono en su interior.
Posteriormente se recubre la parte baja con una tela negra y la trampa ya estará
hecha. A los mosquitos les atraerá el olor de la fermentación y se quedarán
atrapados dentro de la botella.
La mosquitera
La sencillez no está reñida con la eficacia y este es un buen
ejemplo de ello. La mosquitera es especialmente recomendable para colocar en las
cunas o en la cama de los niños porque son más sensibles a los productos
químicos que llevan los repelentes, como puede ser el DEET. Esas redes no tienen
por qué colocarse cubriendo las camas, sino que se pueden poner en las ventanas
o puertas.
Métodos
preventivos
Todos los remedios anteriores pueden complementarse con una
serie métodos preventivos que disminuyen la presencia de mosquitos. En primer
lugar, hay que evitar dejar vasos de agua o botellas abiertas porque son un
lugar propicio para criar larvas de estos insectos. Los productos cosméticos
demasiado perfumados atraen a los mosquitos, al igual que el sudor e incluso el
olor de pies. Mantener bien cerrada y ventilada la habitación en la que se vaya
a dormir y procurar no encender la luz contribuye a ahuyentar a los
mosquitos.
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