Inma Lorente. Evolución hacia la felicidad

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jueves, 25 de julio de 2013

SALVIA

La salvia (Salvia officinalis), salvia común o salima fina, es una planta aromática de origen mediterráneo de la familia de las labiadas. Crece en forma de arbusto y suele medir unos 60 cm. de altura. Sus tallos son erguidos y cubiertos de pelos cortos. Tiene hojas enteras, verde grisáceas, aromáticas, elípticas, y aterciopeladas en ambas caras, que desprenden un fuerte aroma alcanforado. Las flores son de color azul violáceas o blancas, agrupadas en espigas terminales

La salvia es una de las hierbas más apreciadas para la decoración porque sus hojas verdes, grises o púrpuras y sus flores azules o malva se secan bien. La esencia se utiliza en la composición de cosméticos bioactivantes y en pastas dentríficas

La salvia posee propiedades bactericidas, cicatrizantes, antisépticas, emenagogas, antiespasmódicas, antidiarreicas, antivomitivas, carminativas, antiinflamatorias, hipoglucemiantes, relajantes, diuréticas, antisépticas, antisudorificas y vulnerarias

La salvia estimula la eliminación del exceso de azúcar en la sangre. A consecuencia de ello, se utiliza como una planta reguladora de los niveles de azúcar en la sangre. También se utiliza para controlar dolores estomacales diversos, como por ejemplo cólicos estomacales, diarreas, etc., por el efecto antiespasmódico que produce la salvia.
Se pueden minimizar los síntomas antes y durante la menstruación si se consume esta planta regularmente. Un consumo habitual de hojas de salvia, corrigen la irritabilidad, la hinchazón y los dolores de cabeza durante estos períodos.
El consumo de salvia tiene un efecto estimulante en el sistema nervioso central, por lo que es conveniente utilizarla para casos de agotamiento mental, cansancio, apatía, etc.
Un efecto curioso de la salvia es el efecto que causa en la sudoración. Un consumo regular de esta planta, reduce los niveles de sudoración, y disminuye el mal olor del sudor.
Internamente la salvia se utiliza para las inflamaciones de las vías respiratorias superiores (garganta, tos, gripe, tuberculosis…etc.), para las afecciones gástricas e intestinales (reduciendo los procesos inflamatorios, en las digestiones pesadas, diarreas y vómitos), para eliminar la acidez (en casos de hernia de hiato o gastritis), para disminuir los dolores de la menstruación y facilitar el vaciado sanguíneo (evitando los problemas que conlleva como dolor de cabeza, retención de líquidos, irritabilidad general…etc.), para aumentar la testosterona, para regular las hormonas, para disminuir el nivel de azúcar en la sangre, para mejorar el funcionamiento de la mente en los enfermos de Alzheimer y para reducir la sudoración excesiva combatiendo el mal olor corporal y de los pies.
Externamente la salvia se utiliza para curar heridas y úlceras favoreciendo su cicatrización, para tratar úlceras e inflamaciones de la cavidad bucal y de la garganta (dolor de muelas, anginas…etc.), para fortalecer las encías, para aliviar dolores musculares, para relajar y descansar los pies, para combatir el insomnio, para combatir el mal aliento, para enfermedades de la piel de origen micótico, para la caspa y para aportar brillo y vigor al cabello

La salvia está considerada como una de las plantas aromáticas más importantes del mundo. Se puede utilizar tanto fresca como seca en la cocina, y se utiliza especialmente en la cocina mediterránea. También se utiliza habitualmente para dar sabor y aroma a los aceites y vinagres.

Contraindicaciones de la Salvia

Los preparados de salvia no deben tomarse durante el embarazo, ni durante la lactancia, ya que podrían provocar la retirada de la leche. Tampoco deben utilizarse preparados de salvia tanto de uso interno como externo en niños menores de 6 años.
No está recomendado el uso de preparados de salvia en personas epilépticas ya que podría provocarles algún ataque, ni en pacientes con insuficiencia renal.

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